Hoy me gustaría hablar del esfuerzo, de ese esfuerzo que a veces parece que no vale la pena porque conlleva muchas dificultades o muchos obstáculos. De ese esfuerzo, al que a veces es difícil encontrarle un sentido, de ese esfuerzo que, en ocasiones es tal, que uno podría llegar a dudar si seguir o no en el camino que una vez soñó.
Esta vez me gustaría reflexionar acerca de este tema a través de prosa poética. Ahí va:
Lo que intento decirte es que
aunque a veces sientas que la tierra te embarra
hasta encharcar tus pupilas de dudas razonables,
Siempre hay un aliento que sabe encontrar
Tu mano superviviente.
Es difícil seguir cuando la corriente de lo corriente
Te embelesa con su constante gotear.
Y que no hay más fuerza que la que arranca
En el punto donde alguien quiso que existieras,
Que te haga levantar, seguir, persistir, anhelar.
Y que todo lo que ves,
Es y no es real a la vez.
Constructos creados de trozos elegidos,
Cortados y seleccionados conforman
Tu mirada constante, tu motor inevitable,
Al servicio de un vehículo dirigido por lo que quieres ser.
¿Qué tal si te desnudas?
¿Qué tal si te arrancas todos esos filtros polvorientos
Que no dejan aire limpio pasar?
¿Qué tal si te comprometes de una vez con quien
En realidad eres y no con quien
Te imaginas
Que crees
Que deber
Ser?
Ana Merlino
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