Tenía otros planes, la vida

Me remonto al momento donde siento que sucedió. Estábamos bajando del coche en dirección a Target (un supermercado americano), cuando sentí una especie de luz en mi interior. No le hice mucho caso pero podría describirlo como una explosión silenciosa que me recorrió todo el cuerpo. Pensé que era mental. Ahora sé que no lo fue.
Pasaron los días y yo me sentía diferente. No sabría cómo explicártelo. No era tanto algo físico sino más una sensación interna como de nervios pero de los buenos. De los que te cosquillean la tripa cuando vas de campamentos o de viaje o quizás una primera cita.
Aunque todavía era muy pronto para sacar conclusiones decidimos comprar un test. A la mañana siguiente salió el primer resultado: negativo.
No sé porqué pero en ese momento sentí un desgarro muy fuerte en mi alma. Mi mente lo sabía pero en mi cuerpo y su sabiduría ancestral se encontraba la impronta de la naturaleza más esencial.
Me lo tomé como una bonita lección y continué mis días con “normalidad”. Y digo “normalidad” porque yo seguía sintiendo algo extraño.
Al cabo de unos días me volví a hacer el test: 3 positivos seguidos en mitad de un huracán emocional. Sorpresa y miedo.
Nuevo test al día siguiente: negativo.
Me estaba volviendo loca, así que decidimos comprar de esos test para “tontos” donde te aparece escrito en la pantalla “EMBARAZADA” o “NO EMBARAZADA”. Leí que hay falsos negativos pero no positivos. Así que decidimos probar una vez más. Le dejé a él que mirara y tras 2 minutos que parecieron una eternidad, el veredicto estaba claro: EMBARAZADA.
Estábamos tan en shock que casi ese shock ocupó todo el espectro emocional en esos momentos. Necesitábamos digerir la noticia. Cuanto más pasaban los días más se abría el espacio para la alegría y la ilusión.
Incluso, grabamos un vídeo de 30 segundos cada uno para enseñárselo cuando naciera.
Pero eso nunca iba a ocurrir.
Nos fuimos una semana de campamento coacheando a varias corredoras (que justo acaba hoy, por cierto).
Pues el miércoles, en mitad de una sesión noté que algo iba mal. Hice de tripas corazón y continué con la sesión. Cuando acabé, pude confirmar que, efectivamente, ese ser de luz marchó a las pocas semanas de llegar.
Fue un momento muy impactante que, ahora, al compartirlo con algunas amistades, es más común de lo que pensaba. No por ello, deja de ser duro. Porque a pesar de no ser buscado, sí era muy bienvenido.
Aún con el dolor físico y emocional siento que esta experiencia tiene un sentido. Y es el que yo le quiero dar.
Una vez más, a veces, tú tienes planes. Y, a veces tiene otros, la vida. Un nuevo mensaje para confirmar que somos divinos y, a la vez, hay tanto fuera de nuestro control y, que en ese espacio poderoso habita la confianza.
Por eso quería compartir esta historia contigo.
Para que confíes.
Confía. Igual ahora no lo entiendes pero lo entenderás.
Abraza todo lo que es, como lo que es, con todos sus colores, bonitos y feos.
Cada uno de ellos pintan tu alma haciendo un cuadro más bello, más real, más completo.
Déjame decirte que he pasado más procesos de duelo y transformación en los últimos años de los que hubiera querido. Pero sé que todo esto es para algo más grande que yo.
Y ahí es donde nos encontramos.
🌟 ¡Gracias por compartir tu tiempo y energía conmigo! 🌟
✨ Más Kindfulness, por favor. ✨
🌊 Porque no todos vamos en el mismo barco,
pero todos compartimos el mismo mar. 🌊
💚¡Un abrazo de corazón a corazón 💚 y …
¡Ojalá seas tú todos los días de tu vida!
Con todo mi amor,