Cuando rozas los 40 (no lo digo por mí, ¿eh? 😎),
la pregunta de ser o no ser madre está prácticamente en cada esquina.
- ¿Quieres ser madre?
- ¿Acaso es una pregunta que deba hacerme?
- ¿Acaso eso es algo que deberíamos preguntarnos?
Y, me pregunto, no sería mejor preguntarnos algo así como… Dios, Universo, Vida (como tú te dirijas a un Ser Superior, si es que crees en ello):
¿Cómo crees que es mejor que exprese mi particular forma de ser en el mundo?
Y, a lo mejor, si nos dejáramos escuchar la respuesta, ésta vendría sola. Sola y a la vez acompañada. De paz. De expansión. De conexión.
Puede que tu camino esté estrechamente vinculado a ser mamá (o papá) o puede que no. Puede que te visualices sintiendo crecer a otro ser humano dentro de ti y después dándolo a luz o puede que no.
En ambos casos, todo está bien.
Porque incluso, a veces, a pesar de visualizar muy claramente lo que queremos o no queremos, la vida se impone.
A veces no queremos ser madres o padres y … ocurre el milagro. O, de repente, ser madre o padre es algo que perseguimos de manera casi neurótica, sin llegar a poder concebir y alcanzando grandes niveles de frustración.
En cualquiera de los casos, déjame decirte algo:
Hay mil formas de ser madre o padre.
Incluso, puede que ahora me esté preguntando si debería o no ser madre sin saber si en realidad mi cuerpo es el mejor recipiente para poder desarrollar a otro ser humano. O puede que sí. Hay mujeres que no son madres y otras que ya saben que no podrán serlo jamás.
¿Pero eso significa que uno no pueda ser madre?
Creo que cada ser humano contiene en sí mismo la potencia para poder crear, para poder expresar a la “madre” o al “padre” de su interior.
¿Cómo? A través del amor que expresamos hacia otros seres humanos, animales o, incluso, engendrando proyectos que ayudan a otras personas a crecer.
Proyectos que dan luz a otras personas.
Puedes dar luz sin dar a luz.
Y eso es algo que puedes hacer todos los días.
🙏🏼 Gracias por leerme. Significa el mundo para mí. 🙏🏼
🤗 Un abrazo de corazón 💚 a corazón 💚
PD: Si te perdiste la primera parte de «ser o no ser madre», encuéntrala aquí.
¡Espero que estas palabras sean de tu agrado!
¡Ojalá seas tú todos los días de tu vida!
Con todo mi amor,