Quiero compartirte algo que ya sabes y que no te va a sorprender nada en absoluto.
Es de aquellas cosas que uno tiene que comprobar, verificar para finalmente decidir por uno mismo.
Hace muy poquito finalizó el Programa Detox de 21 días. Este final ha coincidido con los preparativos de la boda (me caso el martes!!!! 😊)
Y, ¿para qué te cuento esto?
Porque desde hace aproximadamente una semana he vuelto a “comer normal”, debido al cambio de horario me he saltado muchas veces mi rutina de meditar, “journaling” y leer de las mañanas, así como hacer ejercicio diario.
Resultado: Me siento agotada nada más empezar la mañana.
Y sí. Es cierto, el cuerpo se acostumbra a todo y podría volver a acostumbrarme a levantarme y mirar el móvil, desayunar lo que sea y sentarme 10 horas delante del ordenador.
Sé que puedo hacerlo.
Y a lo que voy es que, hay veces que nos acostumbramos tanto a algo que lo normalizamos. Pero todo lo que para ti es familiar ahora mismo, no significa necesariamente que sea bueno.
Incluso los peores escenarios posibles los convertimos en nuestros aliados por no querer abandonar la familiaridad que nos producen.
Por eso, hoy con este correo quisiera preguntarte,
¿Qué hábito, actividad, relación, lugar, trabajo, etc, se ha convertido en tan familiar que ni siquiera te has dado cuenta que ya no es bueno para ti?
Y recuerda: si no es bueno para ti, no es bueno para nadie.
Te invito a mirar aquello que se ha convertido en familiar, no desde la rabia o la tristeza, aunque si eso es lo que sientes adelante. Mi propuesta es a que mires aquello que ya no te sienta bien con amor y agradecimiento y desde ahí puedas dejarlo marchar y, así darle la bienvenida a lo que te hace bien.
Y repito: Lo que te hace bien nos hace bien a todos.
🌟 ¡Gracias por compartir tu tiempo y energía conmigo! 🌟
✨ Más Kindfulness, por favor. ✨
🌊 Porque no todos vamos en el mismo barco,
pero todos compartimos el mismo mar. 🌊
💚¡Un abrazo de corazón a corazón 💚 y …
¡Ojalá seas tú todos los días de tu vida!
Con todo mi amor,