Tiempo para vivir como quieras
Una de las grandes preocupaciones del primer mundo, sin duda es, “no tener tiempo”. En realidad, decir esto es una falacia ya que todos contamos con los mismos minutos al día y, además de manera absolutamente gratuita. O, ¿Acaso tienes que hacer algo para que la vida te regale 24 horas cada mañana cuanto te despiertas? No. Nada. Solo respirar.
A partir de este supuesto en que todos tenemos exactamente los mismos segundos, minutos y horas al día, cada uno es dueño y señor de cómo los utiliza.
Hoy me apetece compartir contigo algunos trucos que aplico en mi día a día para sentir que aprovecho al máximo este regalo que nos da la vida cada día. Repito. Gratis.
-
Vacía tu mente*.
Apunta absolutamente todo lo que tengas pendiente por hacer, tanto de tu vida personal (casa, salud, relaciones, regalos, reparaciones, caprichos, alimentación, cuidado personal, vida social, vida familiar, animales domésticos, vacaciones, etc), así como de tu vida profesional (formación, tareas a nivel de marketing, números, gestiones, comunicados, llamadas, mails, orden de archivos, adquisición de nuevo material, revisión de documentación, actualización de técnicas, nueva contratación, …).
Esta metodología inspirada en la obra “Getting things done” de David Allen te va a liberar la memoria RAM de tu mente, dejándola disponible para simplemente operar una vez tus tareas estén organizadas de una manera más abordable.
- Puedes hacerlo en la versión post – it o taco de notas
- o en la versión ecológica en un Word
- *Más información de la metodología de David Allen aquí
Los siguientes trucos también están inspirados en la metodología del mismo autor:
-
Pregúntate, ¿qué puedes eliminar de tu vida para dar espacio a otras cosas mejores?
Te invito a que, sin ningún miramiento, elimines todos aquellos ítems que has escrito que están ocupando espacio y realmente no van a aportar nada nuevo o positivo en tu vida. Recuerda que…
Todo lo que no suma, está restando espacio para algo mejor.
-
Reflexiona acerca de lo siguiente, ¿qué no puede esperar al mes que viene?
Ahora que ya tienes las tareas que sí quieres en tu vida puedes empezar a organizarlas. Aprovecha esta etapa para priorizar y ordenar cada ítem a mes vista. Quizás puede facilitarte la tarea el hecho de hacer un cartel por mes y preguntarte qué no puede esperar al mes siguiente.
-
¿Qué no puede esperar a la semana que viene?
Una vez ya hayas colocado las tareas por mes, puedes hacer lo mismo con los días de la semana. Sé realista. Es preferible que asumas menos por día y que estés seguro que lo puedas llevar a cabo. De este modo, tu sensación de logro y motivación pueden incluso impulsarte a abordar más de lo que te has propuesto. De lo contrario, la frustración que produce el hecho de no finalizar tareas puede impactar en ti de manera negativa, arrastrándote a la “parálisis por análisis”.
-
Sé tu jefe de mañana
al preguntarte, ¿qué no puede esperar a mañana? Antes de que llegue mañana te propongo escribir en un post – it de papel o digital todas aquellas tareas que sí o sí deban realizarse en el transcurso de las próximas 24 horas. Puedes aprovechar para darte cuenta de que realmente no hay tantas tareas en tu vida que sean de vida o muerte o que no puedan esperar esas horas. Una vez acabes esta corta lista puedes asumir si lo consideras oportuno, tareas del día siguiente y aumentar el tiempo libre de algún día de la semana que tú elijas. Con este ejercicio, al final, lo que estás haciendo es “comprarle tiempo al tiempo”.
-
Conoce tus distractores:
¿cuánto tiempo dedicas a hacer cosas que no te aportan? Hoy en día hay muchas aplicaciones que pueden ayudarte a averiguar en qué estás invirtiendo tu tiempo y darte cuenta si realmente es ahí donde lo quieres dedicar. ¿Qué es lo que más te roba el tiempo en tu día a día y no le está aportando, ni sumando? Conoce a tus distractores y dales un espacio acotado, el que tú elijas. Que no te elijan ellos a ti.
-
Divide el elefante en pequeños trozos asumibles: En ocasiones nos planteamos tareas demasiado abstractas para el cerebro y lo abstracto es más difícil de asumir para nuestra neurología. Se concreto con las acciones a las que te quieres comprometer día a día. Por ejemplo, no es lo mismo plantearse “hacer la web” que “escribir el apartado de quién soy de la web”. Cuanto más pequeña sea la tarea más capaz y motivado te sentirás para llevarla a cabo.
-
Deja huecos libres para imprevistos:
La vida está llena de interrupciones e imprevistos. Es sano y liberador permitirnos espacios libres en la agenda para visitas, llamadas, asuntos familiares importantes, asuntos médicos, reparaciones urgentes, etc. La buena noticia es que siempre podrás usar ese tiempo liberado para descansar o para avanzar en tareas del día siguiente.
-
Bebe agua: Estar bien hidratado es fundamental para estar enfocado en tareas que requieren un alto nivel de concentración. El estar deshidratado puede dar sensación de somnolencia y poca lucidez y, con ello, podemos ralentizar nuestra operatividad y dedicar más tiempo del necesario a una tarea determinada.
-
Aliméntate bien:
Evita comidas pesadas o con mucho gluten antes de una actividad que requiera un alto nivel de concentración. Las verduras, sobre todo las verdes, te aportarán un buen nivel de oxígeno e hidratación y los pescados azules y las nueces omega 3. Los plátanos con su alto índice de potasio también serán buenos compañeros para tu productividad. Si quieres saber qué otros alimentos pueden contribuir con tu concentración y productividad haz clic aquí.
-
Descansa. La falta de sueño, la fatiga o el cansancio ralentizan la transmisión de impulsos neurológicos por lo que, en este estado, llevaremos a cabo la misma tarea utilizando una cantidad de tiempo superior a la que invertiríamos en un estado físico y mental “fresco”.
-
Muévete.
No sé si alguna vez has experimentado que tras muchas horas de estar sentado o concentrado aparece un estado de embotamiento, somnolencia y fatiga. El cuerpo es agua en su mayor parte, si no lo movemos, la energía queda estancada. Por ello, te propongo moverte, estirarte, saltar, bailar o caminar, por lo menos una hora al día. Si sacas más de 3 horas para redes, confío en que podrás sacar, al menos una, para moverte y darte este mimo. J
-
Oxigénate.
En ocasiones olvidamos lo inmensamente importante que es, no solo respirar, sino respirar bien. ¿Te has fijado qué tipo de respiración utilizas la mayor parte del día? Y no solo eso, ¿consigues salir de la ciudad de vez en cuando para verdaderamente respirar aire puro?
-
Ordena tu espacio. Orden material, orden mental. Mantener tu espacio físico ordenado provocará en ti un estado emocional, físico y mental con mayor disponibilidad para la acción productiva, ya que no habrá “distractores” físicos que interfieran.
-
Desconecta cada 60 o 90 minutos de alta concentración. Según el estudio de Yerkes- Dodson, somos capaces de mantener la atención durante pocos periodos de tiempo de manera muy concentrada. El estrés es un factor que interfiere seriamente en la concentración, por lo que será interesante parar cada x tiempo para “refrescar” y “actualizar” la capacidad de atención.
-
Conoce tus biorritmos.
Otro de los trucos que te propongo es que te conozcas muy bien, especialmente que te des cuenta en qué momentos del día tú te encuentras con mayor lucidez y que seas así capaz de aprovechar tus propias inercias.
-
Asigna las tareas según tu nivel de concentración: Una vez hayas investigado el punto anterior, te invito a organizar tus tareas más difíciles en momentos del día que tengas mayor lucidez, las tareas fáciles en momentos que decaiga la energía y las tareas que más te diviertan en los momentos en los que tu estado de concentración es bajo o muy bajo.
-
Sustituye la frase “no tengo tiempo” por “tengo todo el tiempo del mundo”
o por “elijo dedicar mi tiempo así”. Cómo te hablas provoca un estado en ti. Por tanto, si tú le dices a tu cerebro que “no tienes tiempo para nada”, tu cuerpo reaccionará generando cortisol (la hormona del estrés), dificultándote la concentración en los periodos de gran cantidad de trabajo.
-
Comprométete contigo. Cualquiera de los trucos anteriores, no tendría sentido si no te comprometes contigo. El compromiso, en gran medida devendrá con el sentido que le hayas dado a todas las tareas, su organización y priorización.
Me encantará leer qué trucos ya utilizas y cuáles crees que sería fantástico para ti utilizar más con el fin de vivir tu tiempo exactamente cómo tú deseas.
¡Gracias por estar ahí del otro lado, un abrazo y…
Ojalá seas tú todos los días de tu vida! J
Gracias por leerme y, ojalá seas tú, más ligero, todos los días de tu vida.
Puedes ver el vídeo relacionado con el artículo aquí:
Si quieres estar al día de todos mis posts puedes seguirme en Instagram, en Linkedin, suscribirte a mi canal de Youtube, o darle “Me gusta” a mi página de Facebook. 🙂
Si quieres aprender las mejores técnicas y herramientas para elevar tu coherencia cardíaca en un Programa de Superación Personal que cambiará tu vida, haz clic aquí: Programa de Superación Personal SATIS