¿Quién habla en tu cabeza?
Nos pasamos muchas horas al día hablando con nosotros mism@s, pero realmente ¿sabes quién hay detrás de esa voz que oyes en tu cabeza? Porque… ¿tú estás segur@ de que dominas el diálogo? Es decir, ¿son los pensamientos creados por ti o bien, los pensamientos te piensan a ti y luego reaccionas? ¿Qué locura, verdad? Hoy te invito a que te detengas y reflexiones sobre cuántas voces tenemos dentro de nosotros y qué representan.
En 1927 Sigmund Freud ya aportó un modelo para identificar y explicar esas voces, y las separó en tres tipos de voces principales:
- El Ego: la parte que lidia y balancea creando armonía entre las dos voces principales: es la que está en medio. Es la que quiere satisfacer a las otras dos voces.
- El Yo: la esencia, esa parte de ti que está incorrupta por la sociedad, cultura, educación, etc., Esa parte de ti que actuaría de forma natural si no tuviera ciertos límites creados por las creencias que le rodea. Sería la parte más libre y animal.
- El Súper Yo: es “nuestro representante externo”, el que está pendiente de todos los juicios externos para que podamos encajar en sociedad, y no seamos expulsados. Es esa voz más tensa o atenta para que podamos encajar.
Pero, ¿Qué hace realmente que tengamos varias voces en nuestra cabeza? Precisamente, eso es lo que hace que muchas veces nos desalineemos y entremos en conflictos internos con nosotros mism@s. Es por eso que nuestro bienestar viene dado por esa voz protagonista, ya que esa será la que lidere nuestra vida. Nuestra dirección vendrá determinada por nuestra capacidad de liderar esa conversación con el resto de voces, con el fin de que podamos observar que vida queremos realmente.
Y ahora te preguntarás y con toda esta información ¿qué hago? Pues te propongo hacer un ejercicio para identificar esas voces, solo necesitarás una hoja y algo para escribir:
- Piensa en un tema que te incomode, que te preocupe o que te esté dando vueltas en la cabeza.
- Una vez hayas identificado ese tema, observa que sucede cuando lo traes a tu cabeza, ¿qué voces van surgiendo? Ponle un tono de voz o forma, ¿de dónde viene esa voz? ¿Viene del corazón, de la tripa, del coco…? ¿Es más externa, más interna? ¿Qué emoción o emociones surgen, es una voz que te hace sentir libre, o te hace sentir constricción? Una vez hayas respondido estas preguntas, te invito a que dibujes en el papel qué forma tiene cada una de esas voces, y si quieres al lado puedes poner las respuestas a esas preguntas.
- Cuando lo hayas plasmado en el papel simplemente observa esas voces que forman parte de ti, o que tú formas parte de ellas. La invitación es a cambiar ese diálogo interno, por lo que el primer paso es identificar esas voces. ¡Enhorabuena por tenerlas identificadas!
Una vez lo tengas plasmado en el papel, te invito a que lo guardes y estés muy atent@ al artículo de la semana que viene, en el que te explicaré cómo mejorar ese diálogo interno ahora que has identificado esas formas y esas voces.
Aquí encontrarás el vídeo completo: https://www.instagram.com/tv/CVARH6JIm58/
¡Un abrazo y ojalá seas tú todos los días de tu vida!
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