Preguntas para saber quién eres

Ayer me volví a emocionar después de 10 años.
No recordaba nada… Solo esa mirada de tigre que reflejaba en mí mis propios miedos.
A pesar de los años y de que solo nos habíamos visto una sola vez, me volvió a quedar claro que ella y yo contamos la misma historia.
O, quizás debería decir que ella me cuenta a mí. Ojalá tenga el honor de poder contar la suya de otra forma. Ojalá, de alguna manera ya lo esté haciendo.
En cualquier caso, ¿no te parece increíble y sorprendente encontrarte con alguien o algo que cuente tu historia a través de elementos y caminos intransitados por ti?
¿A qué se debe que te identifiques con las historias o expresiones de los demás? ¿Cómo puede ser que eso ocurra si somos únicos e irrepetibles? ¿Hasta qué punto podemos, a través de las historias o expresión de los demás, evolucionar y transformar nuestro interior?
Es lo que sucede con las artes, ¿verdad?
La mera observación de una pieza que expresa algo que se haya en tu interior se convierte en una plataforma de tu propia expresión, aprendizaje y / o transformación.
¿Cuántas veces una película, un libro o una imagen ha tenido un efecto transformador en ti?
Cuando, a lo mejor, ni siquiera tenía que ver contigo en lo evidente.
¿Cómo es posible que esto ocurra?
Especialmente teniendo en cuenta que cuando algo exterior quiere transformarte o cambiarte, tu reacción más habitual es la resistencia.
Me pregunto si… ¿no será la confianza que genera sentir que te encuentras ante una posición pasiva la que te abre y te convierte en un ser permeable a la experiencia?
Es lo que nos sucede cuando observas un cuadro, lees un libro o ves una película, por ejemplo.
De algún modo, el hecho de no tener que dar respuesta a ese estímulo te relaja y coloca en modo “recepción”.
Sin embargo, aunque ése sea el estado desde el cual nos aproximamos a las artes, en realidad, por la naturaleza de nuestra mente, no podemos evitar la activación de nuestros circuitos neurológicos. El cerebro comienza su búsqueda.
¿Y qué busca?
Busca relacionar, comparar, recabar datos y evaluar si lo percibido se encuentra en la categoría de “amenaza”.
Y como, por norma general, las artes no son amenazantes, lo más habitual que buscará tu mente es con qué relacionar eso que recibe. Las artes se constituyen en recursos proyectivos que facilitan nuestra capacidad de conocernos a nosotros mismos, encontrando elementos con los cuáles identificarmos y otros con los que no.
Gracias a esta información podemos obtener una composición más completa y profunda de nuestro yo.
Las artes se convierten, pues, en un espejo en el cuál reflejarse.
Y ese reflejo solo te impactará o será memorable en la medida en que te identifiques con él. Lo que no consigues identificar contigo o no relacionas con nada es fácilmente olvidable, ya que no cuenta con ningún “cajón” en tu memoria mental o emocional.
Lo que sí es memorable y te impacta de lo que ves, oyes, sientes, hueles, degustas o tocas tiene que ver con un “match” con quien tú eres o estás siendo.
Hay elementos con las que te identificas que pueden cambiar con el tiempo (suelen ser cosas más superficiales y materiales) pero las de verdad, da igual las veces que las veas, oigas o sientas, de algún modo, siempre te recuerdan a… ti.
Cuentan la historia de quién eres en esencia.
Así, después de 10 años, La Vida de Pi, lo volvió a hacer conmigo.
Me volví a rendir ante esa historia que, quizás, yo no me he atrevido a contarme.
Quizás entre todos nos contamos las historias que no somos capaces de contarnos a nosotros mismos.
Estate atent@… Nunca sabes cuándo te vas a encontrar un gesto, una historia o una expresión de alguien o algo que contiene en sí el recuerdo de quien eres.
Hoy nos invito a estar atentos a cada persona, a cada interacción, a cada acción y preguntarnos:
- ¿Qué necesitas recordar de tí que, quizás, con el tiempo has ido olvidando?
- ¿Qué historia es la que no te estás contando?
- ¿Qué historia, quizás, valdría la pena que empezaras a contarte?
- ¿Con qué te identificas? (imágenes, sonidos, personas, lugares, libros, películas, colores, …)
- Si una escultura reflejara quién eres, ¿cómo sería?
- ¿Quién eres y qué vienes a expresar al mundo?
- ¿Hasta qué punto lo que haces está expresando quien eres?
Me gustaría finalizar hoy compartiendo contigo algunas de las frases más top de la película:
- Yo te cuento una historia y tú decides lo que quieras.
- La Fe es una casa con muchas habitaciones.
- El hambre (de cualquier tipo) puede cambiar cualquier cosa que sabías sobre ti mismo.
- Dios me dio una señal para que continuara con mi viaje.
- La vida es un viaje en el cual vas dejando atrás constantemente. Lo importante es cómo te despides de cada paso.
- Cuéntame una historia que todo el mundo pueda creer.
¡Un abrazo y ojalá seas tú todos los días de tu vida!