La Zona Mágica vs. Zona de Confort
En este artículo, me gustaría compartir contigo qué es la Zona Mágica. Un lugar en donde solo cosas buenas te pueden pasar.
¿Qué es la Zona Mágica vs. la Zona de Confort?
Quizá el concepto de la Zona Mágica no te suene mucho. Sin embargo, estoy segura que en alguno o varios momentos de tu vida la has experimentado. Existen (o eso dicen), cuatro zonas: la zona de confort, la zona de aprendizaje o la zona del desarrollo, la zona de pánico y la zona mágica. Cuando pasas la zona de confort y te atreves a salir de lo que ya conoces, te adentras a una zona donde las cosas son nuevas para ti, pero aun te ves capaz de hacerlas. Esto sucede porque te ayudas tus experiencias pasadas o porque mentalmente te sientes preparado y emocionalmente estás fortalecido. Luego está la zona de pánico, aquella en la que lejos del confort y la comodidad de la experiencia, te paralizas y sientes que no tienes ni las habilidades ni las capacidades para superar los retos y, por tanto, ves casi imposible alcanzar tus metas. En esta ocasión, voy a hablarte de la zona mágica desde mi propia experiencia. Cuando fui a esquiar por primera vez, lo hice con un grupo de amigos que ya tenían experiencia. Siguiendo sus consejos, realicé un par de bajadas en las pistas verdes y luego acudí a su encuentro en una pista azul. Al bajar del telesilla y ver aquella bajada, no pude hacerlo. Entré en pánico, no me sentía suficientemente hábil ni técnicamente fuerte como para asumir ese reto. Así que me quité los esquíes y bajé con la cola entre las piernas.¡Bienvenido a la Zona Mágica!
Cuando pasamos hacia la zona mágica, aquella zona donde a lo mejor no te ves suficientemente hábil, pero sí suficientemente fuerte, eres capaz de hacer cosas maravillosas. Voy a ponerte otro ejemplo. Fui ha hacer una vía ferrata por primera vez. Era consciente que en mi primer día no tendría ni los conocimientos ni la técnica para hacerlo bien. Pero emocionalmente me sentí muy preparada para superarlo. Tuve mis momentos de flaqueza, claro está. Pero aún así, aunque no tenía todo lo que necesitaba, sentí una mezcla de fuerza emocional y fe que hizo que lo consiguiera. Y ese es el impulso definitivo hacia la zona mágica. Es un salto de fe y esta es la zona en la que las cosas buenas te empiezan a suceder. Te suceden cosas increíbles porque combinas lo que tú sabes, con tu fuerza emocional y tu fe. Cuando vives en la zona mágica tu día a día, simplemente crees que todo es posible. Las cosas buenas parecen servidas por la vida. Es como si estuvieses dándole permiso a la vida para dejar entrar toda aquella cantidad de vivencias positivas. Es como si te dieras a TI MISMO, permiso para recibir todo aquello que está esperando en cola para poder entrar. A veces, es más una cuestión de dar permiso y dejar que las cosas ocurran, que forzar e ir hacia ellas. Parece que nada es difícil parece que todo fluye y a veces me pregunto porque a veces nos empeñamos en querer que las cosas no sean fáciles Cuando en realidad cuando estás en modo en vez de modo avión modo repetición las cosas funcionan perfectamente y también pueden hacerlo para ti.¿Cómo hacer para entrar en la Zona Mágica?
Pues básicamente lo más difícil en esta vida es dejar de hacer ¿Cómo puedo permitir que todo lo bueno venga a mí? Pues simplemente es una cuestión de fe y de reconocer con humildad que no todo depende de ti. Es una mezcla de permiso interno para permitir que las cosas que tienen que suceder vengan a ti. Es muy importante que además de dar permiso, añadas gratitud. Es una vivencia de la vida entre la gratitud y el permitir que las cosas buenas vengan a ti. Un abrazo y… Ojalá seas tú todos los días de tu vida. Ana Merlino Por cierto, ya puedes ver el vídeo relacionado con el artículo aquí:¿Me permites acompañarte en tu próxima aventura? Aquí van algunas propuestas…
- ¿Quieres un proceso de Coaching gratuito? Escribe PROCESO COACHING GRATUITO a info@anamerlino.com y te indicaremos los pasos a seguir para poder participar*