El verdadero reto no es estar solo
¿Sientes que querrías estar más sol@ o más acompañad@?
Déjame decirte mi verdad de hoy.
La verdadera prueba no es saber estar solo.
La verdadera es saber estar con gente y mantenerte alineado.
Es mucho más difícil estar con gente que solo. Créeme.
Me considero una persona altamente sociable y extrovertida pero me es infinitamente más fácil estar sola.
Navego mucho mejor por el mundo cuando estoy sola y no tengo que adaptarme a nadie, cuando nadie me hace de espejo. Cuando nadie me refleja todo aquello que no quiero ver.
Cuando vienen a mí experiencias que no quiero tener.
Cuando siento que quiero salir corriendo porque todas esas personas “me están colocando” en una situación en la cuál mi verdad ha de ser expresada.
Obviamente, lo digo con cierto sarcasmo. Nadie me coloca en ningún lugar. Soy yo la que lo hace.
Siento que cuando estoy sola, estoy tranquila en mi verdad.
No la tengo que expresar, verbalizar, articular.
¡Qué difícil es a veces decir las palabras que uno siente!
Quizás lo que verdaderamente quiero decir es que cuando hay interacción con otros seres humanos de alguna forma u otra, tu verdad está siendo cuestionada. Y no solo eso, sino que necesita ser expresada.
Y no lo digo como algo de lo cual defenderse sino más bien lo contrario.
Cuantas más interacciones sociales sepas manejar y más “verdades” sepas escuchar y navegar, creo que más fácil te resultará la vida a largo plazo.
Lo que ocurre es que en el proceso de interactuar y evaluar tu verdad, recalcular y expresar, se suceden procesos incómodos.
Procesos de resistencia.
Te pongo un ejemplo muy tonto.
Quería ir a un lugar tranquilo a trabajar y estar sola, conmigo misma, para escribir, para leer y para estar conmigo. De pronto, una muy buena amiga me dijo que se quería apuntar. Mi primera reacción fue resistencia. ¿Por qué? Sin ton ni son me veía obligada a expresar una verdad que, si mi amiga no me hubiera pedido venir conmigo, no hubiera necesitado expresar.
Finalmente, después de darle un par de vueltas, le expresé con todo el cariño que prefería estar sola y qué tal si nos veíamos más tarde. Muy incómodo. ¿Por qué? Porque no quería que mi verdad le hiriera sus sentimientos y tuviera consecuencias.
¿Resultado? Todo bien. Mi amiga lo entendió perfectamente y agradeció que fuera honesta y que nuestra amistad pudiera sostener las verdades de cada una.
Y, si bien es cierto que pocas cosas me provocan más resistencia como la interacción con otros seres humanos, también siento que lo más bello de mi es visible gracias a esas otras miradas.
No solo consigo conocer mis partes más oscuras o feas gracias a esos espejos y, con ello crecer, sino que también puedo ver a través de esas otras miradas lo más luminoso, amable y bello de mí.
No se puede tener una cara sin la otra.
Así que… Al patio de humanos,
¡A jugar!
👉🏼¿Qué opinas?
¿Estás más cómod@ sol@ o con otras personas?
Esta es tan solo mi verdad.
Me encantará conocer la tuya y abrirme así a nuevas miradas.
¡Un abrazo y ojalá seas tú todos los días de tu vida!