Decisiones difíciles
¿Alguna vez te has encontrado ante una decisión difícil de tomar?
A ver qué os parece lo que comento en mi vídeo acerca del tema de “decisiones difíciles“.
A veces la vida pone ante ti circunstancias que te hacen dudar del camino tomado. De repente, no sabes cómo, ni porqué sigues en ese camino y algo hace plantearte si efectivamente estás dónde quieres estar. En ocasiones, esa decisión es tan difícil de tomar porque, hagas lo que hagas, renuncias a algo importante para ti. Y eso, duele…
A continuación te comparto algunas frases que me han ayudado a decidir en algún momento de mi vida:
“Tras cualquier decisión, incluso la equivocada, llega la paz.” Rita Mae Brown
“¿El camino que se elige es siempre el correcto? Lo correcto está en la elección, no en el acierto.” Jorge Bucay
“No decidir ahora, ya es una decisión”
“Tendemos a aferrarnos con más fuerza a los pilares que vemos que se tambalean”.
“No puedes controlar todo en la vida. A veces simplemente tienes que relajarte y tener confianza de que las cosas saldrán bien. Ve y deja que la vida suceda”. ***
Algunas preguntas que pueden ayudarte:
- ¿Con cuál de las decisiones te conviertes más en quien quieres ser?
- En la lista de pros y contras, ¿cuál es ese elemento que tiene más peso de todos?
- ¿Qué ganas si lo haces?
- ¿Qué pierdes si lo haces?
- ¿Qué pierdes si no lo haces?
- ¿Qué ganas si no lo haces?
- Si te olvidas de todo el mundo y piensas sólo en ti, ¿qué es lo que realmente quieres? ¿qué te pide el cuerpo?
- Imagina que han pasado 3 – 5 años, ¿a dónde te llevará cada opción? ¿cuál es la que más te llena?
- ¿A qué estás esperando para tomar la decisión?
Al final la vida es un constante tomar decisiones: qué me pongo hoy, cómo voy hasta ahí, qué como, qué leo, … pero hay decisiones que lo cambian todo, que marcan un antes y un después en tu vida. Las decisiones difíciles, las decisiones determinantes… Igual son decisiones que tardaste un segundo en tomar o quizás años. Quizás todavía están por tomar… Si en estos momentos estás ahí, respira hondo… calma… tranquilo/a… ya que al final todo está bien y, si no está bien, es que no es el final.
En cualquier caso, cada vez que se abre una bifurcación en tu camino, te invito a ser consciente de cada paso, de cada giro, de cada vuelta, de cada impulso, de cada freno… Porque al final, las decisiones, difíciles o no, te conforman como persona, te moldean y te convierten en la persona que ahora eres, ahí al otro lado de la pantalla o del papel. Y… ¿es quien quieres ser?
Un abrazo y ojalá seas tú todos los días de tu vida.
PD: Gracias a todas las personas que me han acompañado en mis decisiones importantes y no tan importantes…
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Comments
Buuuffff… otro temazo que nos planteas. Vas fuerte, ¡mola! DECISIONES DIFÍCILES. Mi punto de vista sobre las decisiones es que no son ni difíciles ni fáciles, simplemente son. Dicho diferenciación la creamos nosotros mismos cuando nos proyectamos al pensar que nos conllevará el tomarlas o no. Y aquí radica el “problema”, que PENSAMOS DEMASIADO sobre lo que no sabemos (las consecuencias futuras) y eso hace que las clasifiquemos de una u otra forma erróneamente.
¿Y cómo podemos decidir de forma coherente? Porque esta claro que no decidir es imposible en la vida, ya que el hecho de no hacerlo en el fondo también es decidir. Pues… personalmente creo que la clave está en decidir NO PENSANDO y basando todas nuestras elecciones solo en SENTIR las circunstancias presentes que nos rodean, porque dicha praxis da siempre como resultado un sentimiento de PAZ INTERIOR inconfundible, por el hecho de haber tomado una elección en consonancia con nosotros mismo y con la vida. Y hasta en el caso que dicha elección acarreará consecuencias difíciles para nosotros o nuestro entorno, eso no nos importaría porque en el fondo nos sentiremos plenamente coherentes. Y al final aunque tardemos más o menos tiempo, suframos más o menos,… acabaremos encontrándole el SENTIDO A TODO, y como tu bien dices, nos daremos cuenta que estamos en el LUGAR Y MOMENTO EXACTOS QUE QUEREMOS ESTAR.
Y por cierto… cuidado con lo que imaginas porque la IMAGINACIÓN es prima hermana del INTENSIÓN y el “problema” es que luego muchas veces se acaba cumpliendo. Jejejejeje… y si no dímelo a mi que cambié mi vida por completo sólo imaginando sinceramente como me gustaría que fuera de verdad mi vida 😛
¡Hola de nuevo Xavier y muchas gracias por tus comentarios espontáneos, auténticos y profundos! Estoy de acuerdo contigo. Además, es necesario tener en cuenta que no siempre lo que sentimos y es congruente con nuestro cuerpo, mente y emociones tendrá unas consecuencias positivas en nuestro entorno. Entonces, ¿qué hacer? ¿Hacer lo que uno siente sin importar consecuencias? ¿Medir lo que uno hace? ¿Tomar un equilibrio entre ambas?
También de acuerdo con lo de “cuidado con lo que imaginas, puede que se cumpla”. Y qué bueno que sea así y que hayas podido sentir ese cambio, ¿cuánto te hubieras arrepentido si no hubieras hecho el cambio, sabiendo donde estás ahora?
¡Hola Ana! Oye… por favor, llámame Xavi porque Xavier sólo me llama mi madre cuando está molesta conmigo y leerlo me impresiona un poco.
Aclarado este pequeño detalle, te diré que creo que el SENTIR no genera dudas. Creo que cuando sentimos al 100% trascendemos nuestro EGO y vamos más allá de nuestra voluntad. Es como si diéramos un paso al lado de nosotros mismo, y desde allí, lo observásemos todo de forma neutral. Por eso el sentir no puede generar contradicción alguna, sólo paz y claridad, porque no existe confrontación con nada ni con nadie.
Ahora bien, llegar a este punto y sobretodo sostenerlo es muy complicado porque nuestro EGO aprieta ya que no se siente cómodo sin poder CONTROLAR. Y de aquí nacen dichas incongruencias que comentas, cuando intentamos controlar esa verdad absoluta que nos aporta el sentir, acabamos percibiendo en nuestro cuerpo, mente y/o emociones las consecuencias negativas: un malestar corporal, una rayada mental, un desborde emocional,… todas ellas infundadas por el MIEDO al no aceptar simplemente lo que sentimos. Y es ese miedo el que lleva a preguntarnos: ¿qué hacer con lo que sentimos? cuando lo importante de verdad es SER más que hacer; o bien, ¿si las consecuencias importan? cuando lo importante es SER UNO MISMO TODOS LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA, independientemente de las circunstancias que nos rodeen; o bien, ¿si debemos medir lo que hacemos? como si hubiera un límite moral o físico que no pudiéramos traspasar,… jejejeje… hay que confiar y hacer un SALTO AL VACÍO para demostrarnos que SENTIR siempre es el mejor camino 😉
Una gran reflexión XAVI ;). Sentir siempre es el mejor camino. Esto lo sabemos tú y yo. Y, no sé tú, pero para mi esto es relativamente reciente. Digamos que durante una época de mi vida fue mucho más importante pensar que sentir. ¿Cómo eres capaz de trasladar este aprendizaje tan valioso, por ejemplo, a personas que se identifican más con sus pensamientos que con lo que les dice su cuerpo? Un abrazo!
Buuuffff… antes era mucho más mental. Supongo que por mi formación y entorno. Hasta que un día me dí cuenta que la mente tiene un límite. Me costó porque con ella únicamente había conseguido “grandes metas” y porqué tenía la creencia limitante de pensar que sí me entregaba al sentir perdería mi razón, mi capacidad de juicio y hasta mi voluntad. Cuando es todo lo contrario puesto que combinar ambas me permite tener más herramientas para percibir la realidad de forma más clara.
Respecto la forma de ayudar a la gente a no identificarse tanto con sus pensamiento, creo que la mejor manera es acompañándoles abriéndote de forma amorosa a ellos. Demostrándoles en ti como confiar en el sentir te permite conectar más con el momento presente y con ti mismo. A parte, creo que en un proceso de aprendizaje no hay maestros ni alumnos, si no que cada uno juega un papel y todos aprenden al mismo nivel (cada uno lo suyo). También creo que cada uno tiene su camino y que lo que le sirve a uno, no tiene porque hacerlo a otro. Por eso creo que lo mejor es confiar que la intuición nos guíe de la mejor manera 😉
Qué curioso que traigas el tema de la intuición a la conversación. Justamente esta semana el vídeo se llama “cuánto caso hay que hacerle a la intuición”! ¿Crees en la sincronicidad? Yo absolutamente! Cuando uno está presente y fluyendo, es como si los tres cerebros (reptiliano, mamífero y neocórtex) y las tres dimensiones del ser humano (cuerpo, mente y emoción) se pusieran al servicio de uno para facilitarle la información que necesita e incluso para ponerle en mayor y mejor disposición hacia los demás. ¡Gracias de nuevo por compartir Xavier! Un abrazo y feliz y amorosa semana!
Jejejeje… ¿será casualidad o causalidad lo del vídeo? Sea por el motivo que sea, ya tengo ganas de verlo. Así que me abstengo a comentar nada sobre la intuición hasta hacerlo 😉
En relación a las sincronicidades creo que todo pasa por algo y que todo está/estamos conectados. La sincronicidad es solo el hecho de ser conscientes de ello, aunque solo sea por un instante, para ver el SENTIDO… un sentido que va más allá de nosotros.
Y respecto el hecho de estar conectado al PRESENTE y las consecuencias positivas que ello conlleva, creo que no va tanto de que todo se ponga a favor nuestro, si no que nosotros nos ponemos a favor de la VIDA. Estar AQUÍ y AHORA, implica desapegarse de nosotros (del YO). Y solo desde este estado, los tres cerebros y las tres dimensiones se alinean porque no nos identificamos con ellos y podemos darles un uso más consciente. Un abrazo :*
Totalmente de acuerdo Xavier. No es que las sincronicidades o “casualidades” no existan, es que no nos paramos muchas veces, lo suficiente como para darnos cuenta de ellas. Con respecto a los tres cerebros y las tres dimensiones, siento que cuando fluyes, cuando estás aquí y ahora, como dices, ni siquiera piensas en esas entidades como algo separado sino como una misma cosa. Lo interesante en las formaciones es saber de qué cerebro o de qué dimensión nos hemos hecho más “amigos” o “enemigos” para poder darle a cada parte su merecido protagonismo. ¡Seguimos! y, como siempre, muchas gracias por enriquecer el blog con tus reflexiones!