Compartir la felicidad hace que ésta sea más real
Compartir la felicidad es lo que hace que ésta sea más real.. Ese es el testimonio que nos dejaba Christopher McCandless tras su marcha terriblemente casual. Una bayas venenosas le quitaron su último aliento de vida en este plano. Y así, este experto en soledad se marchó con, probablemente, las últimas palabras que rondaran su pensamiento
Happiness is only real when shared
Es cierto, muchas veces solo es más fácil, más rápido y más a “nuestra manera”. Comparto contigo que, a veces solo, se está más tranquilo, es más sencillo encontrar la paz y hasta tiene un punto de abandono de la realidad que en compañía no se deja ver tanto.
Solo uno puede entrar en el trance de su propio pensamiento sin sentir la confrontación externa. Solo, uno siempre tiene razón. Solo, las cosas suceden como se habían planeado. Solo, no hay lugar para conflictos, aunque sí lo haya para el diálogo eterno con uno mismo. Solo uno crece también. Pero, ¿para qué querría un ser humano evolucionar y no compartirlo después con los de su especie? ¿cuál es el sentido de guardar ese crecimiento para nosotros mismos?
Nacimos solos, moriremos solos
Dicen que hemos nacido solos y moriremos solos. ¿Ah si? ¡Eso no es humano! -Me exclama mi voz interior.
Nacimos de nuestra madre, fruto de su amor con nuestro padre y, en la mayoría de casos, de un amor consciente. En otros un milagro divino. Nacimos probablemente asistidos y acompañados de más miembros de nuestra especie que cualquier otro animal. Entonces, ¿nacimos solos? No.
No podemos evitar pertenecer a un sistema, por mucho que lo deseemos. Incluso, aunque no queramos atender a esta posibilidad, nosotros elegimos desde algún remoto lugar a la familia a la que pertenecemos.
Pertenecemos. Y eso me lleva al siguiente punto. ¿Para qué pertenecemos si es más fácil solo?
Pertenecemos para poder compartir
Y no solo la felicidad. Pertenecemos para poder compartir y así evolucionar. Esta vida es como una escalera, donde los anteriores seres humanos son los escalones que nos facilitan subir al siguiente nivel, pasar a la siguiente pantalla de este videojuego vital. Sería un despropósito que cada nuevo ser humano tuviera que inventar la rueda, la teoría de la relatividad o la bombilla, por mencionar unos pocos ejemplos.
Estoy contigo, algunos seres humanos han destruido algunos escalones y qué bueno que estés leyendo estas palabras para hacer tu parte y ponerte con ello. También para eso compartimos, para unirnos en la creación y no en la destrucción.
Compartir es vivir
Compartir nos hace sentir vivos, alegres y plenos. ¿Por qué? Siento que compartir aumenta la sensación de bienestar en la medida en que tengo un reflejo y una resonancia de mis propios sentimientos. Sin una referencia externa probablemente no sentiría de la misma manera una experiencia que con la realidad aumentada que supone compartir.
Compartir es poder
Los seres humanos hemos sido capaces de hacer grandes y terribles cosas, no por las ideas, religiones o poder, como se suele decir, sino por las emociones compartidas que han sido capaces de generar estas ideas, religiones o poder. Esas emociones han funcionado como motores implacables para movernos en una u otra dirección. Somos animales modificables y alterables por la energía de nuestra propia especie y de las demás.
Sabiendo esto. Sabiendo que somos capaces de generar, crear, empujar y alentar a otros compartiendo emociones de amor incondicional, esperanza, alegría, compasión, tranquilidad, entusiasmo, agradecimiento, generosidad o ilusión, ¿qué hace que no seamos un derroche de estas emociones?
Una decisión. Una decisión individual. Un impacto en el sistema.
Aquí sí, tú como individuo decides. Todos somos protagonistas, todos hacemos nuestra parte, todos contribuimos y todos sumamos. Recuerda, cada vez que no estás sumando, estás restando… O sumas o restas. O multiplicas o divides. No existe otro signo de expresión.
- ¿Cómo quieres estar en este sistema?
- ¿Qué necesita el mundo que compartas?
- ¿Cuál es tu parte en la escalera de la vida?
- ¿Qué signo quieres ser para ti y para los que te rodean?
Ojalá podamos siempre compartir, sumar, multiplicar en el día de las personas que nos rodean. Empieza por ti y recuerda que,
Siempre fuimos, siempre somos, siempre seremos
NOSOTROS.
Are you in?
Un abrazo y ojalá seas tú, compartiendo, todos los días de tu vida.
Ana Merlino
¡Ojalá este año entre todos los lectores podamos contribuir a que el planeta sea un lugar donde podamos compartir muchos momentos lindos!
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Ana Merlino