Al final ella muere
¿Cómo estás?
Todavía estoy aquí.
Pensé que ya no lo estaría.
¡Qué bendición!
Pero “don’t get me wrong”.
Quiero estar aquí.
Más que nunca.
Es solo que…
Siento que voy a morir.
No ahora, no pronto.
Pero lo he sentido tanto desde que mi hermano no está que, de alguna manera es como si llevara estos dos meses preparándome para morir.
Planeando mi vida sin mí.
Buscando la mejor casa para mis animales para cuando no esté.
Pensando en qué darle a quién.
En cómo tener los “números” en orden.
En cómo dejar el menor trabajo posible a los que se queden.
Pero, por favor, no te preocupes.
Yo no lo estoy.
Sé que aún me quedan muchos años “dando guerra” o, mejor dicho, alegría.
Es solo que he llegado a la realización de que realmente nos podemos ir cualquier día.
Pero no como lo hacía hace años, desde la mente.
Siento que lo estoy entendiendo desde el alma.
Memento Mori.
Y esto, lejos de vivirlo como un drama, lo vivo como el mejor regalo de mi existencia.
Porque, ahora, más que nunca, deseo vivir.
Pero no como antes.
Deseo vivir desde otro lugar.
Y sé que no tengo que tener miedo ante lo que viene.
Porque realmente no hay que tener miedo a la muerte.
Hay que tener miedo a vivir una vida que no representa tu alma.
Por eso siento que moriré.
Porque morirá esa “yo” que no creía que podía dejarlo todo y lanzarse a la aventura de vivir un año en una maleta. Morirá esa “yo” que se atreve a pausar un negocio de años. Morirá esa “yo” a la que le importaba tanto lo que pensaran los demás. Morirá la “yo” que creía poder controlarlo todo. Morirá. Y no será porque la mate, sino porque la dejaré morir.
Morirá quien no creía que era posible.
Y esa muerte dará paso a una nueva vida
De infinitas posibilidades.
No esperes a morir de verdad para empezar a vivir.
Eso es lo que te deseo.
Vive como si fueras a morir pronto (porque lo harás en algún momento).
Trabaja como si fueras a vivir cien años (porque puede que lo hagas).
Ama locamente, porque esa será la estela que dejarás:
La expresión única de tu ser y de tu amor en el mundo.
¡Un abrazo y ojalá seas tú todos los días de tu vida!