Ayuno material
Cada año realizo un ayuno basado en zumos, aguas e infusiones para depurar mi cuerpo. Obtengo como resultado también claridad mental, mayor creatividad y un organismo que funciona mucho mejor que con mi alimentación “normal”.
Y, aunque ésta sea en un 80 % lo que podríamos considerar sana, el periodo de ayuno me permite conocer lugares que son inalcanzables de otro modo.
Cuando finaliza siempre siento que todos los sabores, texturas, colores y olores son más intensos y, por lo tanto, según mi perspectiva, mejores. Me da la oportunidad de sentir un aprecio y agradecimiento mayores en comparación a los días en los que doy por sentado que voy a comer lo que quiero y cómo quiero.
Pues bien, tras más de 10 meses viviendo en “ayuno material”, esto es, con lo que cabe en una mochila y una maleta de cabina puedo decirte que lo que ocurre cuando no tienes prácticamente pertenencias es, simplemente mágico.
No te estoy sugiriendo que te desprendas de todas tus pertenencias y que hagas lo mismo que yo pero sí a que te imagines lo siguiente:
¿Qué pasaría si supieras que tienes que dejar tu casa por un año y solo pudieras llevarte contigo lo que cabe en una mochila y una maleta de cabina?
¿Qué llevarías contigo?
Quiero compartirte cuáles son mis 3 conclusiones principales tras este periodo de ayuno material que puede que continúe más de lo que tenía pensado:
- Menos es más: cuanto menos tienes, menos ocupas y, cuanto menos ocupas, más espacio tienes. ¿Para qué? Para lo que es verdaderamente importante. Tener menos hace que tengas que tomar menos decisiones y, por lo tanto, tengas más tiempo. Menos es más. Más tiempo y más espacio. ¿Puede que nos llenemos tanto los espacios y los tiempos porque tememos dejarlos vacíos? Ahí lo dejo.
- Necesitas ayuda: cuando tienes tan pocas pertenencias te ves, en muchas ocasiones, obligado a pedir. Siempre me ha encantado, cuando ha estado en mis manos, ayudar a los demás. Me resulta enormemente placentero dar. Pues resulta que a los demás también. Cuando pido y los demás tienen la posibilidad de dar, en el fondo, les estoy ofreciendo la oportunidad de sentirse satisfechos. ¿Pero, por qué no pedimos? Es mucho más cómodo el lugar de dar (estamos por encima) que el de pedir (estamos por debajo) o, simplemente no pedir, ni dar (no necesitamos correr el riesgo de relacionarnos).
- Más felicidad: Cuanto menos tienes, cualquier cosa que tengas extra se intensifica. De pronto, todo lo que antes dabas por sentado ahora cobra un valor distinto. La vida empieza a regalarte un sinfín de matices y motivos para estar agradecido. Y, según los estudios, una de las mayores causas de felicidad es sentirse agradecido.
- ¿Alguna vez has experimentado algún tipo de ayuno?
- Si es así, ¿a qué reflexiones te ha llevado?
- ¿De qué 10 cosas podrías desprenderte hoy mismo para liberar espacio en tu vida?
Gracias por leerme. Significa el mundo para mí.
¡Un abrazo y ojalá seas tú todos los días de tu vida!
Con todo mi amor,